Esperpento

Guardo en una carpeta una serie de ficheros fotográficos que me ha dado por acumular. No es una carpeta física, llena de polvo y acartonada, sino una carpeta perfecta, pulcra y de un cierto tono azulado que está colgada en algún sitio de la pantalla de mi ordenador y que, a su vez, dispone de tres subcarpetas (algo tremendamente útil y que es complicado de gestionar en el mundo físico a no ser que usemos el concepto de archivador). Bueno, lo importante no es la carpeta, sino que ahí guardo una serie de fotos que a mí me hacen gracia y que, porque está en un ordenador,  en la dichosa carpeta caben un montón de ellas. Y las quiero compartir con vosotros aunque ya estemos hartos de ver fotos graciosas gracias a internet y a periódicos digitales que se dedican a recopilar cosas de la Red en vez de a escribir noticias como sería menester. Os las comparto hoy porque los esperpentos que tenemos que aguantar en este mundo en el que vivimos, a todos los niveles (¿cual queréis, Cataluña? ¿el Gobierno? ¿la I+D? ¿la prensa? ¿twitter? ¿mujeres? ¿energía? ¿la educación? ¿en qué nos gastamos el dinero?),  aportan un contexto adecuado a la tipología de fotos -quien sabe si graciosas- que guardo en mis carpetas. Como digo hay tres categorías:

1. Fotos en las que no está muy claro por qué han sido tomadas y, después, por qué han sido compartidas. En esto, una fuente inagotable es Awkward Family Photos (por favor, ved el Hall of Fame). Pero las fotos de fiestuquis también tienen su aquel. Y las de bodas representan un flujo de animaladas que no se debe hacer de menos. Bien pensado, podría hacer tres subcarpetas nuevas con cada una de estas tipologías....

'Creo que el traje de las damas de honor puede quedar fabuloso... vete recortando las cortinas...'

'Una de nuestras fotos más románticas y queridas...'

'Fue a por tabaco, pero yo me caso por la gloria de mi madre'

Espero que haya cogido el ramo finalmente, y que de hecho haya sido la siguiente en casarse... en caso contrario tendríamos lo que viene a ser hacer un pan como unas hostias

Solo hay dos opciones: o se ha desmayado y los novios pasan o está tratando de arreglar algo del vestido de ella en el peor momento. Así son las damas de honor.

'Vamos a hacer una foto para que esta parejita recuerde siempre lo bien que se lo pasaron en la fiesta...'

'¿Qué pasa? Mi chica está haciendo la puta foto'

Las dos caras de las monedas se suelen denominar cara y cruz. Aquí hay una foto con tres cruces.

Podían haber bajado la tapa, queda fatal

No sé muy bien qué comentar de esta foto que no me lleve a la cárcel o a que me cierren el blog

La idea era buena, seguro que del marido cuando vino de pescar.

En esta foto lo que me maravilla es quién pensó que sería una buena idea como foto de familia. La curiosidad de la niña ayuda a completar el marco conceptual de la imagen.

'¿Ande está el guaperas que ha dejado a mi niña preñá?'

'Ay los yayos, cómo les va la vida natural...'

2. Fotos en las que lo que se ve no es lo que parece. Al menos en un primer momento. Internet está llena de ellas, pero no por eso me parece menos interesante recopilarlas. El equívoco suele ser, en muchos casos, de índole sexual.

'Culo'

'Cola'

'Esto...'

'Alfombra mágica'

'Pedazo de mano'

'Tres piernas'

'A caballito'

3. Fotos de portadas de discos alucinantes. Si no te compras el disco por la portada, es que ya no te lo comprarás nunca. Y si la portada anuncia qué es lo que hay dentro... socorro.

Eddie Mack, de espaldas a Cuenca

Britt Ness... ¿le han pitado los dientes de conejo?

Déjame tocarlo. De la oficina al estrellato

Jesús, úsame. A la de la izquierda la va a usar de globo sonda.

Qué decir de esta agrupación de seres humanos

Happy Louie, Julcia and the Boys. Lo preferiría en cassette para el coche.

La iglesia de campo. Ah, qué tiempos cuando se llevaban los chalecos sobre jersey de cuello alto

Catuí. No comments.

Os he puesto solo una selección de las más esperpénticas, pero hay más. Una de las cosas que la globalización, la ubicuidad de cámaras y la capacidad de difusión de la red nos trae es ser capaces de ver hasta la última tontería compartida por el último tonto de este mundo. Como decía una frase que he leído recientemente: "Qué bien estábamos cuando sólo había un tonto por pueblo".