De la individualidad al colectivo

Esta portada de disco es mi recuerdo más antiguo de José Antonio Labordeta. Tendría 10 años, vivía en Reus, y algunas mañanas de sábado mi padre ponía este disco del que recuerdo que me gustaba a ratos. Tardé unos años más en ponerle cara a ese señor de voz grave que a veces parecía estar de mala leche, y otras ser lo más dulce del mundo. Pero mis recuerdos más queridos del cantante y poeta son los del día 9 de Agosto, a la hora del vermú, cuando en el Chosco nos abrazábamos todos con el Canto a la libertad, o el Me dicen que no quieres. No soy nacionalista, de ninguna nación ni bandera, creo simplemente en las personas y en que éstas son capaces de hacer todo tipo de cosas maravillosas (y terribles). Pero José Antonio Labordeta era de esa gente capaz de llevarte a una unión con el vecino de al lado simplemente al oír una de sus canciones. Es curioso, por una parte me fiaba de este tipo por su persona, porque a pesar de militar en un partido político ponía a la persona por delante de la masa o el partido. Pero por otra parte, esa misma personalidad era capaz de dar cuerpo, a la vez, a conceptos más complicados como qué es ser aragonés y sentirte parte de una colectividad. Cómo se hace esto sin apelar a la caverna, al miedo o al enemigo, a falsear la historia o a construirla a voluntad de algunos, para saber cómo se hace, yo pienso en Labordeta.

José Antonio, nunca te perdonaré que no sacaras la guitarra en el hemiciclo y cantaras, simplemente cantaras alguna cosa bonita para gusto y solaz de las personas buenas de este mundo. Si había alguien capaz de hacerlo, ese eras tú. Igual no era el lugar, pero me hubiera gustado verte allí, entre nuestros 'representantes', para mostrar y demostrar que una canción, a veces, dice mucho más que millones de palabras.

Música: La Bullonera, letra: J.A. Labordeta y Javier Mestre.