Un mundo de paradojas

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Nadie dijo que vivir en el Planeta Tierra fuera fácil, y menos en la pequeña piel de toro. Ahora bien, no dejan de llamarme la atención algunas paradojas o inconsistencias de la vida moderna:
- por un lado es malísimo fumar, Dios nos libre, hay que prohibir fumar en cualquier lado excepto en la xxx calle. Eso sí, cada vez más el tabaco se utiliza como una forma de recaudación de los estados gracias a la cual se sustenta algún que otro servicio público.
- de la misma forma, los coches son buenísimos y hay que proteger la industria de la automoción, generadora de tantos puestos de trabajo (y gracias a la cual seguimos recaudando a través de la doble, o triple, ya no sé, imposición en las gasolinas); pero por otro lado la sociedad está echando a los coches de las ciudades, haciendo imposible aparcar salvo en parkings a 3-4 euros la hora e invirtiendo grandes cantidades en tranvías y otros medios de locomoción interna, trenes de alta velocidad para la conexión a media distancia, aeropuertos para larga distancia y limitando las velocidades de forma que no apetezca o interese coger un coche casi nunca. Aun así, los españoles tenemos aversión a la bici, así que lo primero que hace un chaval recién escudillado con su primer sueldo es pillarse un buga. Pero a ver hasta cuando.
- por un lado es necesario que en una casa donde viva, digamos, una familia tradicional trabajen los dos, ya que el precio de la vivienda y el coste de la vida hace complicado plantearse determinadas cosas con un solo sueldo. Pero por otro lado se impide a través de jornadas maratonianas y un mal entendido machismo que las mujeres de esas familias puedan tener (y criar adecuadamente, aunque esto no es responsabilidad únicamente de las mujeres) un número de hijos que al menos mantenga una pirámide de edades sana en la Sociedad. Curiosamente, la misma gente que se queja de que hay pocos niños es en gran parte de los casos la responsable de no aumentar derechos a las familias para que puedan tener y criar más niños.
- por lo anterior, se necesita que gente de fuera venga a trabajar a nuestros ricos países ya que somos incapaces de generar suficiente personal para llevar a cabo todo el trabajo que podemos desempeñar. De forma pasmosamente habitual, esa gente que cuida a nuestros hijos mientras nosotros vamos a trabajar y a nuestros ancianos noche y día, es despreciada, mal pagada y en cuanto es posible, devuelta a sus países de origen. La paradoja más grande es que muchos de ellos cuidan a nuestros hijos mientras en sus países alguien cuida a los suyos. Curiosamente, muchos de los beneficiados por la entrada de inmigración son los responsables de su descrédito y explotación.
- también me intriga la siguiente paradoja. Hay empleados públicos (y también otros no públicos) que aun creen que el Presidente del Gobierno tiene una máquina de hacer dinero, al que denominan dinero público, dinero con el cual se pueden hacer cosas interesantes en la Sociedad (sanidad, educación...) y que es dinero libre de polvo y paja, esto es libre de la culpa de la codicia del capitalismo. Estas personas suelen arremeter contra los beneficios empresariales de forma continuada, sin darse cuenta que es precisamente la existencia de esos beneficios lo que paga sus nóminas. Por otra parte, los generadores del dinero público vía impuestos suelen despreciar todos los servicios públicos que pagan, financiando a su vez gran parte de los servicios privados en sanidad, educación...
- finalmente, la paradoja tan comentada en los últimos meses. ¿Cómo puede ser que el volumen de capital financiero sea seis veces el volumen de capital productivo? Todo ese dinero creado artificialmente sirve a su vez para crear más dinero ficticio a partir del crédito sin fin. Una vez se demuestra la imposibilidad de seguir generando nuevo capital al 30% anual (o superior) se desata una crisis financiera que, paradójicamente, traslada la deuda privada a deuda pública, de forma que el mismo sector financiero, ahora saneado, hunde (de momento) los países más endebles porque asumieron su deuda. Con lo que el salvador se convierte en víctima del salvado. Vendría a ser como el cuento de la rana y el escorpión en el cual el beneficiado ajusticia a su salvador aunque eso represente su propia muerte. Ya sabéis que lo hace, al igual que los 'mercados', por que está en su Naturaleza.

¿Alguna paradoja o inconsistencia que se os ocurra?

Comentarios

  1. Yo con la del dinero público tengo bastante. Me hierve la sangre.

    Apuntaría otra, que no es exactamente una paradoja, pero sí una certeza de nuestras capacidades. Los españoles cuando nos proponemos algo lo conseguimos.
    Somos los mejores del mundo en fútbol, en consumo de cocaína y en trata de blancas. El día que nos apetezca solucionamos nuestros problemas de educación y competitividad. Lo que pasa es que de momento no nos interesa.

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  2. Qué razón tienes HombreRevenido. No nos interesa. Creo que va a tener que venir alguien de fuera a decirnos que no somos capaces. Igual así sale el orgullo patrio y nos ponemos a ser una nación moderna por joder.

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