Las luciérnagas orientales
En algunos bosques de Japón, entre los meses de Junio y Julio, cientos de luciérnagas doradas nacen en determinadas zonas cercanas a los bosques. Como veréis, éstos se convierten en una especie de escenario de cuento de hadas real como la vida misma, llenándose el aire de pequeños puntitos luminosos que manifiestan de la forma más contundente posible que en este mundo todavía hay sitio para la sorpresa a través de la espectacular belleza de la Naturaleza. Parece ser que los luminosos animalillos se aparean después de las tormentas que trae la estación de lluvias, lo que aporta, desde mi punto de vista y de forma adicional, un toque poético a las imágenes que veis más abajo.
Las fotografías, tomadas por un fotógrafo desconocido en las prefecturas de Maniwa y Okayama, se han realizado con ISOs bastante grandes y velocidades de obturación lentas. Esto hace que en algunas de ellas se aprecie el vuelo de los insectos como una pequeña estela que aporta un componente estético más alucinante si cabe. La tecnología permite hoy en día disparar a ISOs de 1600 sin que se aprecie un grano muy evidente en las imágenes, lo que es un avance clarísimo frente a la fotografía química.
¿No es una preciosidad?
Vista en fubiz, que enlaza una página japonesa. Por cierto, el fotógrafo es desconocido porque no soy capaz de leerlo en la tal página, en perfecto (esperemos) japonés.
¡Ostras! Es impresionante.
ResponderEliminarMenos mal que los homínidos no nos iluminamos en nuestros rituales de apareamiento. Aunque se nos ven las intenciones igual.
HombreRevenido, a algunos se les nota incluso más que si llevaran un farol colgando...
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