Opinar por opinar

Venga, una de rajar acerca de la Ley Sinde y demás. Que si no, no pareces internauta ni nada. Bueno, ni creador porque contenido creo algo y vendo una parte, así que siendo un pequeño creador y un pequeño internauta, me pongo a opinar. Por opinar, oiga, y es que ya se ha dicho de todo. Desde el esclarecedor artículo de David Alayón por parte de los 'internautas' al sincero y magnífico de Nacho Vigalondo como creador/autor/loquesea que al menos se para a pensar en qué leches está pasando.
Pero en mi opinión hay un ángulo que no se está teniendo en cuenta en todo este debate, y es el de la sectorización de la Cultura. Porque la cultura, o más bien la industria cultural, está sectorizada. Por ejemplo, el teatro. No me negarán que es cultura, que hay autores, productores, espectadores, tramoyistas etc. Pues ellos creo que no tienen ningún problema con internet, ya que (sorpresa) su producto no es digital. Ellos curran, vas y pagas, y lo disfrutas si es bueno. Y si es malo se hunde tan normal. Al menos no toda la Cultura quedará arrasada por las descargas i(a?)legales.
Con la arquitectura y las pinacotecas, me temo que va a pasar lo mismo, con lo que me centraré en las tres muestras culturales susceptibles de ser digitalizadas y, por tanto, de ser copiadas y compartidas de forma sencillísima: el cine, la música y la literatura. Quiero separar la música del cine y los libros, por una razón: la música se suele escuchar decenas de veces por la misma persona, pero raramente se ve una película o se lee un libro más de una vez a no ser que te haya causado una fuerte impresión. Esto, que puede parecer una chorrada, a mi me parece que es relevante, pues, sinceramente, ¿a qué queremos adquirir, poseer algo que sólo vamos a disfrutar una vez?. Como icono o muestra de lo que gustó en su momento, puede valer, pero no de forma general. ¿Está teniendo esto en cuenta la industria?
Entre el cine y los libros, hay una diferencia abismal. El cine es una industria de entretenimiento que, en ocasiones, nos ofrece obras digamos culturales en el sentido de que trascienden ese entretenimiento y nos hacen pensar. Mi película favorita es El Padrino, pero no tiene nada que ver con leerte el libro de Mario Puzo. La literatura es otra cosa, no se enlata en dos horas, te sigue y te hace viajar más allá de tu existencia. El cine, que es una industria de entretenimiento puro y duro (aunque en España aun no se han enterado) se va a defender a través de los alquileres a precios razonables con calidad contrastada que finalmente acabarán ofreciendo lo que esperamos, más o menos (consideremos que una película como Agora costó 50 M€, a 1 € el alquiler se necesitan 50 millones de descargas para cubrir costes). Pero la literatura me preocupa: los escritores son seres que escriben pero que tardan mucho en escribir. Es raro el escritor con gran poder adquisitivo. Un libro es un pequeño tesoro y entiendo que a la gente le pese el libro en el metro, pero yo no hubiera empezado a digitalizar los libros a no ser que el mundo editorial hubiera tenido claro lo que verán dentro de poco: que ese libro se puede distribuir casi gratuitamente, pesa apenas unos Kb y que no pueden cobrar 16€ por él. ¿Están preparados para esto? Teniendo en cuenta lo dicho, la única opción en estos dos casos pasa por el micropago y trabajarse, sobre todo en el caso de los libros, la concienciación de que el consumidor se tiene que hacer cargo de parte del coste de producción si quiere leer a tal o cual escritor.
La música es otro rollo, porque se pretende cobrar prácticamente por escucharla cada vez. En el fondo, Spotify nos está cobrando CADA VEZ que escuchamos la canción, sea vía publicidad, poco dinero o lo que sea... ¡y es el paradigma de lo que puede ser la industria musical del futuro! Lo siento, pero creo que la música es la que está pervirtiendo todo este debate. Y nunca, nunca ha estado el mundo musical tan activo, con tantos grupos, tantos fans y tantas ganas de directos y de disfrutar de la música. Conste que soy de los que ven el curro de decenas de personas además de al señor Sanz en un disco de Alejandro Sanz. Pero no puede ser que se cobre porque una charanga toca Paquito el Chocolatero en la calle o porque una orquesta aficionada que cobra una entrada de 2€ para sus gastos toque el Bolero de Ravel. O que cobre gente por trabajos que hicieron hace ya 10 años por mucha obra maestra que sea. O que te metan 12 canciones donde solo valen 3. En este caso, una industria que no cambia ha implicado a los creadores en su guerra, ya que estos creadores se dan cuenta que sin los productores se ha acabado una forma de vida que no va a volver.

Para finalizar, yo parto de la base de que hay que pagar por los contenidos. ¿Por qué? Porque los productores, esos seres que se juegan el dinero para que se puedan crear esos contenidos, no van a invertir si no hay retorno, con lo que la calidad de lo que recibamos va a decaer en picado. Ojo, no van a desaparecer como quieren hacer creer algunos, internet, el mundo, está plagado de creadores capaces de hacer cosas increíbles prácticamente sin fondos. Pero también hay mucha mediocridad, será complicado tener material de calidad salvo (y este salvo es importante) se consigan dos cosas simultáneamente: que la gente admita pagar y que gracias a ese pago la cosa salga rentable. En cualquier caso, las obras culturales de mayor calidad de la Historia se hicieron sin una industria cultural como la actual, luego llevando la situación actual al extremo creo que tendremos contenidos más o menos mediocres a través de internet de gente que está empezando o se quiere hacer ver y cada cierto tiempo tendremos alguna obra maestra que merecerá la pena tener por encima de todo. Se barrerán los autores que trabajen poco o que sobrevivían más o menos y los productores que se arriesgaban en exceso, lo que redundará en un adelgazamiento de la industria cultural seguro. Aparecerán autores que tienen otros trabajos además del de crear. Y los canales de distribución se van a ir al garete, porque no se pueden poner puertas al campo. O eso creo. Por opinar, vaya, que soy consumidor, internauta, creador pero que lo que yo (como otros) opine no va a cambiar esto.

Comentarios

  1. interesante reflexión, pero hay un par de puntos en los que no estoy de acuerdo y otros que quiero matizar.

    El primero es el enfoque películas vs libros, y por qué creo que el mundo digital puede beneficiar brutalmente a los segundos (y joder a las primeras tal y como las conocemos).

    Básicamente para hacer una peli medio en condiciones necesitas pagar a un montón de gente, a lo que hay que sumar el coste de equipamiento y maquinarias muy pero que muy caros; bien es cierto que en un mundo perfectamente digital te has borrado de un plumazo la cadena de distribución (qué menudos hijos de puta que son), lo que viene a ser cualquier cosa que haga que la cinta llegue a las casas de la gente, pero aún así sigue haciendo falta mucho dinero, al irrisorio precio de 1 pavo por alquiler (y hay mucha gente que no lo pagaría), recuperar los costes de una peliculeja independiente medianamente resultona (nada de grandes estrellas, 3d, y avatares de su puta madre) requeriría 15 millones de visionados ("The Hurt Locker" costó sobre los 15 millones de $). Por lo tanto el futuro mundo digital no esta preparado para sostener los grandes blockbusters del hollywood actual y el star system, y habrán de cambiar y encontrar nuevas fuentes de negocio (microproduccion, merchandising vario, ventas a plataformas de distribución online que serán las nuevas teles, etc).

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  3. continúa

    Pero en el caso de los libros es completamente el contrarío. Una persona sola puede encargarse de todos los pasos necesarios para realizar una versión digital de un libro de calidad (escritura, maquetación, grafismo, etc) todo ello sin necesidad de contar más equipación que un ordenador de la gama más ínfima (300 lereles y una conexión a internet, que si te pones extremo puede ser la del starbucks) puesto que existe software gratuito para hacer todo lo anterior. Así que el coste final del producto viene a ser casi cero + el tiempo invertido por el creador, y todo el dinero va para él. A nada que tengamos un autor conocido le puede dar para vivir muy bien; solo en españa los tops venden 3e6 al año, algo menos pro, 20000 ejemplares puede suponer con un precio majo directamente un año de sueldo.
    Todo el modelo editorial actual se puede ir al carajo, puesto que gente como amazón o barnes and noble han demostrado que si ofreces productos de forma sencilla y fácil y a un precio ajustado (y aún podrían ajustarlo más) la gente responde haciéndote ganar dinero (y no como los mamones de libranda : http://www.libranda.com/ http://www.mobileread.com/forums/showthread.php?t=91098 ). Queda el tema de como dar visibilidad, publicitar un título y demás, ahí es donde creo que la industria debería reconvertirse.

    Para el tema de la música hay dos artículos (uno en dos partes) absolutamente geniales:
    http://www.rtve.es/noticias/20091210/modelos-negocio-como-ganar-dinero-mundo-perfectamente-copiable/305282.shtml
    http://www.rtve.es/noticias/20091210/modelos-negocio-como-ganar-dinero-mundo-perfectamente-copiable/305322.shtml
    creo que indican hacia donde tiene que ir el negocio, básicamente, menos superestrellas, más diversificación, más conciertos gama media, más festivales. Espero un futuro con menos lady gagas y con más Amanda Palmers (a nivel de modelo de negocio, a nivel musical no me meto)

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  5. De acuerdo contigo y con el comentarista.

    Yo añadiría dos consideraciones extra.

    1º: el objeto libro se vende en la librería por 20€, muy bien, eso tendrá su mercado que se autorregulará solo. De esos 20€ sólo 2€ (con suerte) llegan al autor. Por lo tanto el autor puede vender el fichero a 2€ y estar ganando lo mismo. ¿Por qué alguien va a preferir pagar 2€ por un libro que descargárselo gratis? Allí entra el ingenio del autor. Lo que está claro es que generar ese valor extra de 2€ no es difícil con un poco de imaginación y ganas de currar y dar la cara.

    2º: Respecto a las películas. Si se gastan millonadas en promoción y efectos será para su disfrute en salas de cine. Por ahí el 3D no está amenazado.
    Para lo demás, para contar una historia no hace falta gastar tanta pasta.
    El desglose es sencillo. Una película de Hollywood que cuesta 40 millones de dólares gasta la mitad (20 millones) en promoción y publicidad (eso de cultura tiene poco). La mitad de lo restante (10 millones) va para pagar a los actores. Ya se sabe, las estrellas venden. Y con la cuarta parte del presupuesto final, con los 10 millones, es con lo que el director hace la película. Es decir, no me da ninguna pena la industria americana. Se tendrán que ajustar y lo harán cuando lo necesiten.
    En España, claro, no se presupuesta de esta forma, pero al final lo que pasará es que todo tendrá que asumir la dimensión que el mercado diga que le corresponde.

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  6. JuslibolLord, he leido el articulo que pones y me afianza en casi todas las cosas que pensaba y además me tranquiliza un poco por el tema de la literatura. Gracias por tus comentarios.

    HombreRevenido al final realmente es todo un problema de precios. Coincido en que los escritores pueden ganar más dinero con su propia distribución, pero si habéis oído a algún escritor sabréis que lo único que no saben hacer es gestionar su propia vida para lo que siempre necesitan agentes. No me los veo yo montando una distribuidora paralela... y las pelis, finalmente el 90% de las que se hacen cada año son completamente prescindibles. Y muchas de ellas, españolas. Así que... pero que no falten productores para buenas series plis ;-)

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