Drivers: mi historia con la fotografía

En mi última entrada os confesaba que no encontraba alicientes para seguir escribiendo entradas 'un día sin otro' pues tras un pico de trabajo razonablemente largo no encuentro el 'driver', el motivo para seguir trayendo a este pequeño blog historias, fotos y fotógrafos.

Pensando ayer en esto, se me ocurrió contaros los drivers que han potenciado mi odisea fotográfica desde los 12 años hasta ahora. Curiosamente, o no tanto, las motivaciones han venido dadas fundamentalmente gracias a los avances de la técnica fotográfica y la aparición de internet, sin olvidar un cierto crecimiento personal que me ha permitido definirme algo mejor.

Mis primeros pinitos con la fotografía en la adolescencia temprana, con mi vieja FUJI X3, diapositivas y revelado en B&W de mis carretes y fotos, quedaron sepultados por los estudios para volver en 1997 en forma de fotografía de viajes. Aquí, el driver fue la posibilidad de mostrar mis fotos en aquel nuevo invento llamado internet. Mi página de Guatemala, con fotos hechas con una Nikon F50 y carretes FUJI Sensia, recibió miles de entradas en aquellos años con mucha gente pidiendo incluso que les ayudara a preparar sus propios viajes al maravilloso país.


Aquello me motivó a seguir haciendo fotos de mis viajes donde exprimía mi limitada técnica, mi limitado material y mi limitado tiempo para conseguir una página web con la que saciar mi dosis de narcisismo, pero también posibilitar que alguien desconocido pudiera ver y, acaso, disfrutar con mis fotos.


En aquellos años recuerdo haber leído y aprendido mucho en internet, especialmente en la antigua photo.net, a través de Philip Greenspun, y en el grupo de noticias es.rec.fotografia. Recuerdo especialmente un tipo que hacía fotos de lugares que a mi me parecían absolutamente perfectas. Había olvidado su nombre y su pagina web, aunque no sus fotos que, realizadas en formato diapositiva Ektachrome y Kodakchrome y digitalizadas en un scanner sigo recordando vivamente. Un rato de búsqueda en internet y ¡bingo! Su nombre: Bill Hocker. Me ha encantado comprobar que sigue fotografiando y le dedicaré una entrada un día. Por los viejos tiempos.

No tardé micho tiempo en volver a comprar carretes en blanco y negro (Ilford FP4 básicamente) y montar un mini-laboratorio para poder revelar mis fotos en papel. El olor de la química y el placer de pasar una tarde entera con la luz roja no tiene precio... salvo el personal cuando ya no tienes tiempo. En aquellos años mi ilusión estaba en obtener esas fotos contrastadas y con toda clase de grises que yo observaba en tipos como Sebastiao Salgado o Cristina García Rodero.


Y he aquí que llegó la fotografía digital. Empecé tarde, con una pequeña Canon G3 de 4Mpx, pero ya desde los primeros archivos me di cuenta de que la fotografía analógica, muy a mi pesar, estaba muerta. Una ampliación de una foto  de la Canon G3 en tamaño A3+ (mayor de 30x40 cm) me convenció de que no tenía sentido entrar más en el laboratorio.




Así vino, como una continuación de la historia de miles de fotógrafos, la réflex digital, en mi caso una Nikon D200, cámara cara pero imperfecta por innumerables motivos que no voy a desgranar aquí. Y con la D200 se inició otra etapa en la que empecé haciendo fotos de viajes y continué con el blanco y negro y a disfrutar con la fotografía otra vez gracias a que los 10 Mpx de mi cámara daban para tener lo que siempre pensé que se necesitaba: mucha calidad. Luego me di cuenta, como veremos, que la resolución no lo es todo.


La fotografía en blanco y negro volvió a ser un reto para mi tras adquirir una Epson 2100 que imprimía unas fotografías que empezaban a rivalizar con las obtenidas en laboratorio tradicional, y apreciar la ventaja de hacer reservas y quemados, filtraje, virados y viñetas sobre Photoshop en vez de con la ampliadora.


Pero uno no puede estar quieto, sobre todo si se rodea de gente inquieta. Gracias a mi amigo Álvaro y junto con mi compañero Asier nos metemos en un estudio fotográfico y a explorar la fotografía de personas y a controlar absolutamente la luz. No he sacado todo el partido que quisiera a ese pequeño espacio de terreno que compartimos con Alvaro, pero es seguro que significó un nuevo tirón en mi idilio con la fotografía.



Y llegó el móvil. Más concretamente llegó el iPhone, y desde que llegó ya no he llevado una cámara compacta nunca más. Además, la posibilidad de editar las fotos en cualquier sitio y compartirlas sin complicadas páginas web como hacía al principio tiene también su aquel. Digamos que el iPhone, junto con el programa Instagram, ha supuesto mi penúltima locura fotográfica y os aseguro que una de las más creativas.



¿Y qué vendrá después? No lo sé. Me gustaría que una exposición, seguir fotografiando en el estudio personas y cosas, y decidirme de una vez por llevar adelante algún proyecto concreto. Como veis, para un tipo sin mucho tiempo y con el ánimo bajo, aún hay vida en la fotografía. 



Comentarios

  1. Claro que aún hay vida! Yo estoy esperando tu exposición. Las fotos lo merecen, así que ahora sólo hace falta que le dediques el tiempo necesario para encontrar el lugar adecuado.

    Y muy interesante el recorrido. Seguro que quedan todavía un montón de etapas interesantes por delante.

    Un abrazo!

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    1. Gracias Aitor! Es gratificante escuchar esto de un tipo tan exigente como tú ;-) Un abrazo!

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  2. Nacho!!! Y lo que nos queda... :) Espero verte muy pronto crack!!

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    1. Alvaro! ¿Eres tú? Pues el crack lo eres tú, que-lo-sepas

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  3. No sé cómo se me había pasado este post de largo... Para mí eres el fucking master, gentuza con bastante menos talento expone e incluso publica libros. Ya sé que no te sobra el tiempo y también la pereza que da, pero espero que algún día des el salto porque seguro que merecerá la pena.
    De las fotos de tu etapa analógica, yo sigo alucinando con el color, mi sensación subjetiva es que admiten mucho mejor la saturación alta que el color digital. Y lo tuyo con Instagram no tiene nombre, yo ya me siento tan humillado que no subo casi nada snif snif.
    Por cierto, las galerías de Guatemala e Irlanda están accesibles en algún sitio? He intentado buscar tu página web vieja pero no la he encontrado. Yo creo que deberías pasarlas al zenfolio.

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    1. Me trago mis palabras, ya he visto que sí hay algunas de las antiguas en Zenfolio, pero faltan más! Las quiero!

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    2. Sí Nacho! no se como cojones no aparece mi nombre si entro desde mi cuenta de gmail...

      Bueno con respecto a lo de crack.. soy un bebe q hace ruido..todo llegará si trabajo lo suficiente. Por cierto, suscribo totalmente las palabras de Eishier! :)

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    3. Completamente de acuerdo. Nacho le regala un alma no solo a las ciudades que fotografía, sino a cualquier cosa que capta con su cámara y, "éso" ni se compra, ni se vende, ni se aprende...Se nace con ello...

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    4. Jo gracias Eishier en primer lugar... sólo por lo que has escrito ya me has puesto un nudo en la garganta y voy a tener que subir mis fotos de Guatemala. Dame unos días. ¿Has visto las fotos de Bill Hocker? Ya me dirás si ves también lo mismo en cuanto a los colores en sus fotos analógicas.

      Alvaro, el bebé está creciendoooo. No me queda duda de que llegará. Gracias

      Y Eva, mil gracias otra vez (¿cuantas veces te lo he dicho ya?). ¿Y cuantas veces te he dicho que no es pa tanto? Jajajaja Tendrías que ver todas las fotos que NO escojo.

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