Lecciones de la crisis (I)

1ª lección: Somos volubles. Muy volubles.

Cuando era joven iba de campamentos, como tanta gente (qué se le va a hacer, aunque lo pasábamos fenómeno). A la hora de repartir la comida, recuerdo que los niños más pequeños pedían cero comida si ésta no les gustaba, o mil si les gustaba mucho. No había término medio, 567 ó 234, no. Era cero o mil. Cuando miro ahora a mi país me doy cuenta que somos de cero o de mil. O 'champions lig' o país de pandereta. O mejor país del mundo para vivir o mejor país desde el que emigrar. Todo ello en 3 ó 4 años, oiga. Y en el momento en el que necesitamos más la confianza en nosotros mismos, es cuando más rápido la perdemos (y la lección es que si no cambiamos, no la recuperaremos hasta que todo vuelva a ir bien).

Por tanto, en esta primera lección os planteo la necesidad de aprender a valorarnos en su justa medida. Tenemos grandes defectos como país, en las empresas, en las relaciones laborales, en el sistema político, en los que le echan mucho morro, etc. Pero también tenemos un hermoso, precioso y genial país para vivir con personas estupendas y trabajadoras. Lo primero que tenemos que hacer es valorar lo bueno y después corregir lo malo. Ni cero ni mil. No nos cortemos las venas todavía.

Y para contribuir a levantar un poco el ánimo os paso un video que vi el otro día. No penséis que se llama The Birds of Spain, pensad que se llama The Birds of New Zealand, por ejemplo. Y alucinar.

The birds of Spain from Wildglimpses on Vimeo.