Maestros de la fotografía: Edward Weston

Anything that excites me for any reason, I will photograph; not searching for unusual subject matter, but making the commonplace unusual. Edward Weston

Edward Weston (Illinois, USA, 1886) es un fotógrafo americano considerado como uno de los más influyentes del siglo XX y precursor de la fotografía como Fine Art, es decir, como un elemento más del Arte con mayúsculas. Como dice la frase inicial a esta entrada, la aproximación de Edward Weston a la fotografía va más allá de la mera documentación y de la técnica: más bien al contrario, su objetivo es más emocional, trata de involucrarse en lo que fotografía ya que es lo que le llama la atención. Y se involucra de tal forma que es capaz de hacer una obra de arte de algo tan común como un pimiento.

Edward Weston (no confundir con su hijo Brett, al que dedicaré otra entrada otro día) trata multitud de temas, todos ellos con una componente artística muy destacada obtenida a princioios del siglo XX mientras estaba en México y donde se relacionó con las corrientes artísticas que tenían su epicentro en Diego Rivera. Así, se especializa al principio de su carrera mientras está en México en espectaculares retratos y continuando más tarde en su etapa californiana con impactantes desnudos, bodegones inusuales y, finalmente,  al igual que su amigo (y sin embargo 'rival' en el trono de la fotografía del siglo XX) Ansel Adams, el espacio natural.

Edward Weston da importancia a la técnica, pero claramente da mucha más importancia al sujeto que fotografía y a generar en el observador una emoción. Ansel Adams podría ser el contrapunto a Weston, ya que su impresionante técnica es la base de impacto del observador, generando una emoción por la belleza de la obra conseguida más que por el objeto que se fotografía y cómo se aproxima a él. Viendo una sola foto de Adams y de Weston, la mayor parte de las personas se inclinarían por una foto técnicamente perfecta y vibrante como las que proporciona Adams. Pero mirando un número elevado de imágenes la emoción generada me pone más del lado de Edward Weston, considerado por sus colegas de fotografía como un artista sin paliativos.

Todo fotógrafo Fine Art que se precie quiere tener la técnica de Adams y provocar la tensión, la emoción de Weston. Quiere copias perfectas de blancos y negros puros y, a la vez, que eso se olvide sólo por ver la obra, la idea, el resultado, la emoción. Aunque al final de su carrera perdió el punch que había demostrado en sus años más brillantes, Edward Weston siempre propuso algo diferente de la típica toma, siempre consiguió imágenes fuera de lo común.

Edward Weston era un desconocido para mi después de muchos años de ser un aficionado a la fotografía. Tras suscribirme durante unos años a la revista B&Wmagazine me di cuenta del tremendo impacto que había generado en una generación de fotógrafos, entre los que se encuentra su hijo Brett Weston. Impacto que a menudo parece olvidado, ya que muchos fotógrafos que veo en ocasiones con un cierto éxito hoy en día trasladan una visión mucho menos implicada con lo que fotografían, proveen estampas como el que proporciona salchichas en una carnicería, no emocionan. Por eso, algunas veces, os traigo fotógrafos a este pequeño blog que, sin ser muy buenos o muy importantes, son capaces de traspasar ese muro que Edward Weston conseguía traspasar para convertir una idea, una técnica, una imagen en arte.