El crack

No, no tiene que ver con la estupenda película de 1981 dirigida por José Luis Garci y protagonizada por Alfredo Landa. Tiene que ver con mi anterior disco duro.


Hace un mes, el maldito decidió morir. Son cosas que sé que pasan y estaba preparado. Me las prometía muy felices, pues tengo no una sino dos copias de seguridad de mis fotos (que en su conjunto ocupan aproximadamente un Tb). Por tanto, una vez reparado el disco duro volví a grabar en él todas las fotos. La sorpresa proviene de la desaparición, a pesar de que tenía -se suponía- una copia de seguridad de todo, de un fichero en el que se guardan todas las modificaciones que se les ha hecho a todas las fotos que un día edité. Más claro: tengo todas mis fotos, pero no tengo ninguna edición de mis fotos, salvo las que guardé ya editadas en algún momento, casi siempre fotos a muy baja resolución. El crack.

Por tanto ya no tengo fotos en blanco y negro (aún me quedan las de ciudades que formaron parte de la exposición 'Ciudades con alma'), se han perdido los recortes, las sombras, las luces, el balance de blancos, etc, todo. Incluso la clasificación de las fotos, la selección que hice en su momento también se sumó al crack.


No me mires así Germán. Son cosas que pasan, y tú ya sabes cómo está el mundo. Ya lo sabías en 1981 y la cosa no ha ido a mejor.

Por tanto, mi misión en estos momentos es recuperar parte de ese legado que se remota a unos 15 años, desde 2003 cuando compré mi pequeña y maravillosa Canon G3. He empezado por el 2018 y el 2017. La parte positiva es que, por fin, estoy aplicando lo que se llama un workflow (flujo de trabajo) coherente. El workflow es la serie de acciones que haces desde que descargas las fotos en el ordenador hasta que las exportas para lo que sea. Incluye cosas como trabajarse los nombres de las carpetas en donde guardas las fotos, cómo las seleccionas y cómo las marcas (dependiendo de para qué), cómo las editas, cómo les pones palabras clave y cómo, para qué y dónde las exportas. Durante toda mi vida he ido a rebufo de lo que ya estaba hecho, de forma que cambiar las cosas era complicado porque siempre había cosas que había hecho previamente y que no podía o quería deshacer. Con mi crack particular ya no hay excusa. Todas mis fotos tienen esa falta de brillo que da el RAW y necesitan revivir poco a poco. Os traigo 5 novedades para que veáis que la cosa va yendo... creo que para 2020 habré recuperado todo (no en vano son del orden de 65.000 fotografías).

Curiosamente, una cosa que es interesante es la separación anímica del momento en que hiciste la foto, algo que hacía Garry Winogrand y que realmente te ayuda a escoger las fotos con un sentido más coherente y más alejado del recuerdo del momento en que apretaste el botón. Ya os contaré cómo eso va escalando hacia atrás en los años.







Por cierto, tenéis que ver El crack. Sé que la calidad no es la leche, eran otros tiempos, pero es una película sólida como una roca. Y no me toquéis las narices con Garci, que es un moñas pero de cine sabe algo. No todo el mundo tiene un fuckin' Óscar.


Comentarios

Entradas populares