AVE

Volviendo de Madrid a Zaragoza, me gusta lo que veo por la ventanilla y voy haciendo fotos cada poco tiempo con el móvil. El tiempo cambia de tormenta a sol, el paisaje de campo a monte, el aspecto de fértil a seco, las nubes están todo el rato ratificando unos cuantos refranes relacionados con la primavera, el tiempo cambiante y su relación con el mundo rural. El AVE va a tal velocidad que un segundo después de una foto la siguiente no tiene nada que ver. Trato de incluir algún poste para dejar constancia de que voy a toda pastilla, pero con poco éxito. Por algún extraño motivo, el cristal de la ventana no me devuelve ningún reflejo en la foto. Las partes más cercanas al tren se mueven, el infinito queda congelado, algo que sería explicado de forma básica mediante geometría pero que a mi me alucina. Os dejo 16 fotos montadas en un único mosaico. Se puede ampliar (relativamente).


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