#LaEspañaVacía

La Rioja

No me gusta el hashtag de la España Vaciada que se ha utilizado hoy, 31 de marzo de 2019 para reivindicar esa zona de nuestro país que tiene una densidad de población menor incluso que los lugares más recónditos de nuestra Europa como el norte de Finlandia. Prefiero el de La España Vacía que usó Sergio del Molino para titular su libro (libro que no puedo hacer otra cosa que recomendar). Y eso es porque uno, el usado, pretende poner el foco en que hay un tercero, digamos la civilización occidental, que se dedica a vaciar ese territorio. El de La España Vacía es más descriptivo, y deja al entender de cada uno por qué sucede esto.

Rueda de la Sierra, Guagalajara

Recuerdo hace unos años llegar a un pueblo del Pirineo con mi mujer y pasear por lo que yo considero uno de los lugares más bonitos de los que he estado (no pongo nombre por mantener el anonimato). Lo bueno de los pueblos es que, si te encuentras a alguien y tienes la actitud adecuada, te pones en seguida de conversación. Nos pusimos a hablar con el último habitante (o uno de los últimos) de ese precioso lugar. El hombre nos enseñó su casa, y nos abrió sus naves para enseñarnos que tenía la última maquinaria agrícola para ser un pequeño terrateniente. Nos confesó que hacía poco que había vendido sus últimos miles (!!) de corderos (había tenido entre 3 y 4 mil en los tiempos buenos). Y finalmente nos enteramos que su hijo había preferido trabajar en la construcción en uno de los centros turísticos invernales que ser un pequeño propietario cono todo lo necesario para hacer una pequeña fortuna en ese pueblo. ¿Podemos criticar a las personas que deciden irse de los lugares en los que no ven un futuro?

Mezquita de Loscos, Teruel

No, no podemos. Y menos desde nuestras posiciones de urbanitas. Hay que apoyar a esta gente que se ha manifestado hoy en Madrid, porque lo único que piden es que no nos olvidemos de ellos y ayudemos y permitamos que tengan un futuro. Pero ese futuro es muy complicado aunque les ayudemos. Porque, como dice Sergio el Molino en su libro, este espacio no ha estado nunca lleno y posiblemente haya que hacer algo más que simplemente echar una mano. Quizás se necesite algo más catártico.

San Juste, Huesca

Evidentemente, lo fundamental es dotar de servicios bien planificados y dotados a estas tierras. Sale caro, sí, pero no podemos esperar que nadie se vaya a ningún lugar o siquiera que se queden en un lugar si no hay lo básico: poder comprar, educación, socialización y asistencia a las personas que lo necesitan. Y aun así no es suficiente. Hace falta una generación que repueble. Y como digo eso es complicado, sobre todo por la sensación de falta de futuro. Y no hablo de futuro profesional, sino de un futuro a largo plazo, de tus hijos, de sus vidas. 

Buerba, Huesca

Hace unos años, ya bastantes, tuve una época en la que buscaba lugares perdidos en el Pirineo. Bellezas naturales que se estaban quedando absolutamente vacías y que quería ver antes de que se derrumbaran. Conocí uno de los libros más tristes que he tenido: Paisajes con memoria, de José Luis Acín Fanlo, un libro que repasa la mayor parte de los pueblos abandonados del Alto Aragón con unas fotografías preciosas que aumentan la sensación de pérdida.

Asín de Broto, Huesca

Visité pueblos aún no abandonados completamente como Sieste, o Revilla, o Urmella, o Ascaso. Pueblos repoblados con familias que querían llevar vidas alternativas como Aineto. Pueblos completamente abandonados como Ainielle, Lacort o Jánovas. 

Jánovas, Huesca

El caso de Jánovas es paradigmático ya que fue precisamente el mundo moderno, en manos de una compañía eléctrica, el que decidió expulsar de este pueblo a sus últimos habitantes. Otros ya se habían ido, como muchos en El Valle del Ara y la Solana, pero en el imaginario colectivo aragonés quedó como una lucha desigual y rastrera el empeño de la eléctrica en vaciar uno más de aquellos pueblos del Pirineo.

Susín, Huesca

De todas formas, el pueblo que yo creo que mejor representa la lucha desigual del hombre (en este caso, mujer) contra sus propias expectativas de vida y futuro es el pueblo de Susín. Curiosamente, creo que la foto de portada del libro de Acín que he nombrado antes está tomada desde dentro de la iglesia de Susín, pero en cualquier caso ese libro fue el primero que me puso sobre la pista de este precioso lugar. La leyenda de este pueblo es tremenda, en gran parte gracias a Angenlines Villacampa, de cuya lucha ya hablé en este blog aquí y aquí. Una única mujer que vive en Sabiñánigo y que cuando tiene un momento sube a su pueblo a mantenerlo vivo. Siempre cuento que la primera vez que la conocí su única ilusión era mantener el olor en el pueblo, porque el olor a hoguera, a chimenea, a comida es el olor a vida.

Casa Mallau, Susín, Huesca

La lucha de Angelines, cuando ésta fallece, la retoma la Asociación Mallau de amigos de Susín, que cada mes sube a hacer algo al pueblo y que no quede abandonado. Ayer mismo subieron, según veo en las fotos de su Facebook, del orden de 15 personas que se resisten a que Susín sea otro pueblo más abandonado (por cierto hay un concurso de cuentos precioso del que podéis informaros aquí). La lucha de esta gente, a la que espero unirme algún día, es la lucha de la España vacía, la de los que no quieren irse pero deben hacer tal esfuerzo para no hacerlo que sólo por ello merecen algo mejor que unas fotos de políticos en tiempo de elecciones.


Pero os voy a contar un secreto: hay gente a la que le gusta que la España vacía sea así. Que necesitan un lugar para 'desconectar', un sitio donde el tiempo pase lento, donde la vida sea más sabrosa. Donde podamos reconectar otra vez con el animal que somos, un animal que ha vivido siempre al aire libre y no en una jaula de cristal. Donde pasar los veranos. Pero amigos, eso, que es cierto, se tiene que pagar. Se tiene que financiar. Se tiene apoyar. Porque si no, ni siquiera podréis ir a desconectar al pueblo. No habrá pueblo al que ir. 

Buesa, Huesca

De todas formas no soy muy optimista. Desde hace años el turismo está ayudando a que haya centros más poblados que, con la mejora de carreteras y comunicaciones, permite que nuevas personas, parejas idealistas, gente en general harta de la civilización, puedan volver al  mundo rural sin que eso signifique una labor titánica ni una losa para tus hijos. Pero la cuenta atrás va demasiado rápida, y los sitios cuando se abandonan ya es difícil que se recuperen. La cantidad de pueblos que quedan con uno, dos o menos de una decena de habitantes son muchos. Y la mayor parte son personas mayores que necesitan de apoyo.

Torrellas, Zaragoza

Pero como digo poco a poco se están haciendo cosas y los pueblos, como vemos hoy, están en lucha.  El turismo va fijando puestos de trabajo y, en algunos casos, reabriendo escuelas. Son pocos, pero son de lo mejor que tenemos. Y por eso, desde esta pequeña ventana que tengo, aquí les dedico estas palabras, este apoyo y estas fotos que he ido haciendo estos años.  Ánimo. No será fácil.

Guaso, Huesca


Comentarios

  1. Bastante de acuerdo. Aunque es un tema tan complejo que daría para largas charlas sin conseguir arreglarlo.
    Pero las fotos son tan espectaculares que ahora mismo no pueda pensar en otra cosa que en ir a cada uno de esos lugares.

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    1. Gracias Profe. Se agradece el halago casi tanto como el comentario :-). Tenemos sitios preciosos en nuestras cercanías, y en unos meses espero poder enseñar lo mejor de lo que tengo. Si me da la vida.

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